Thee Brandy Hips - Raincoat (2012, Young Hipster Records) |
Una familia que ha crecido en tres años, signo inequívoco de que nos hacemos mayores, pero su espíritu de juventud parece intacto. Inexpugnables deseos de moverte, sonreír y ver el vaso medio lleno con un ingrediente que muchos conocen de oídas, lo suficiente para encasillarse, como es el pop. Un pop que profesan que se aleja de esos clichés de garage a que se referían aunque lo miran de reojo y buena muestra de ello es como 'Kosmikar' rompe el cascarón, revolucionando las guitarras hasta despertar las contagiosas ganas de baile que en su conjunto emana, calentando como los primeros rayos de Sol de cada gélida mañana e hirviendo la sangre hasta transmitir la sensación a las baldosas que uno pisa en temas con 'Nerves' o 'Wayne'.
Fraguado en El Tigre (Bilbao), 'Raincoat' (2012, Young Hipster Records) tiene los ingredientes para traspasar fronteras y llegar con facilidad tanto a los de aquí como a esa fábrica musical que son las islas y, uno de ellos, son las reminiscencias de James Walsh en las voces así como su facilidad para convencer al ensimismarse en los largos pasillos que construyen las cuerdas de sus canciones que se han encargado de producir y remezclar Jon Aguirrezabalaga y Xabier Egía respectivamente, permitiendo dar el paso para aumentar la colección el doble de canciones de lo que el propio grupo acostumbraba a querer y eso ha obtenido como resultado traer bajo el brazo una serie de composiciones dignas de ser admiradas.
Su adelanto 'In My Room' es una obra sublime, una espiral que crece sin parar hasta fundir el ruido para querer reventar los tímpanos sin pestañear y tocando con la punta de los dedos la divinidad con el tipo de regalos que casi todo disco de guitarras necesita entre sus cortes como 'Shoegazing', sombra entre luces, instrumentos aletargados que despiertan paulatinamente hasta explotar cual Supernova con una antesala como 'Dissolve Your Love in Water', conformando una tripla perfectamente encajada.
A pesar de su nombre, la época de mayor disfrute tiene marcado en el calendario las semanas en que los termómetros reventarán el mercurio, 'Cynicism' hará sudar a más de uno o 'Ice Cream Ballad' te dejará caer en el Caribe mientras vives en la realidad de tu triste verano entre camareros vociferantes de chiringuitos, pero mientras todo eso llega, busca un acantilado, llévate a tus amigos y resérvalo para saltar disfrutando de una tarde calurosa. El calor se muda y, si la interpretación que se le ha dado a lo que los Mayas dijeron tiene algo de sentido, comienza ya a degustar este disco que tiene ingredientes necesarios para dejar tus restos lo suficientemente contentos cuando todo lo demás se vaya al garete. Haz caso a lo que te decían de pequeño, no olvides tu abrigo y esta vez, disfrútalo mientras puedas.
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