martes, octubre 11, 2011

Noel Gallagher's High Flying Birds - Noel Gallagher's High Flying Birds (2011, Sour Mash)


"No me importa lo que opine del disco la gente cercana". Lengua rápida y viperina, siempre ha caracterizado eso a los hermanos Gallagher, unas palabras dichas con tal velocidad y a la ligera que parecen no haber sido pensadas o meditadas. Luego siempre cabe el arrepentimiento. "Es el mejor disco que podíamos hacer" en el año 2000 a "Oasis nunca debió grabar Standing on the Shoulder of Giants" en 2011. Noel Gallagher sabe reconocer sus errores pese a que cuando los elabora los defiende con uñas y dientes hasta conseguir convencer a un sector de lo que está diciendo. Aquel disco era el principio de un fin y ese fin se ha traducido en dos bandas por separado que ya suman sendos discos debut.

Noel Gallagher's High Flying Birds

Se guardaba el secreto como oro en paño, aunque era algo a voces desde que su ego estaba tan dañado al ver que sus contemporáneos ya tenían en su haber un trabajo en solitario. Faltaba él. 'Noel Gallagher's High Flying Birds' (2011, Sour Mash) ha llegado; ha sido la apuesta del mayor de los dos tras ver el resultado de que los hasta ahora compañeros de fatigas, latigazos y gira habían obtenido. Como objetivo tenía la, por otro lado fácil, labor de superarlo y la pelota estaba en su tejado; para ello recurrió a un viaje a Los Ángeles para intentar conseguirlo. Pero pese a que las entregas eran algo esperanzadoras, el intento ha cumplido aún pudiéndose quedar en vano sino fuera por ligeros detalles que podría haber agrandado permitiéndole demostrar que los años como cabeza pensante de Oasis habían dado sus frutos.

Meciéndose entre la banda pasada y el querer ser el indispensable gran compositor británico de toda una era han hecho que su primer largo gane enteros para pasar de poder ser una referencia como sus ídolos hicieron a quedar en el ostracismo como lo hiciera aquel 'Different Gear, Still Speeding' que Beady Eye presentaba. Pese a tener un inicio arrollador con 'Everybody's on the Run' -escrita durante el último tour y posiblemente, la mejor canción de Noel en años- cubierta de la épica que hizo grandes a un buen puñado de composiciones en los 90 puede ser el inicio de un resumen interpretado como haberse subido a una pared desde donde caída podía ser catastrófica. Ya lo decían en aquella b-side 'I'm Alive' (...the higher that you climb, the longer you fall...). Y es que parece que ni el haber incluido aquel tema escrito hace años que manifestaba que "superará a Wonderwall con creces, será el nuevo timón de Oasis" como definía a 'Stop the Clocks' -título del penúltimo recopilatorio de los de Manchester- puede justificar el hecho de abusar de una producción edulcorada durante los once temas de la mano de Dave Sardy, pese a contar con dos buenos espadas para poder haber transmitido algo más de caracter como la reconocible batería de Lenny Castro, participante en 'Don't Believe the Truth' (2005, Sony Music) y el piano de Mike Rowe, compañero cuando los hermanos se cubrían de criticas juntos hace una década.

El ego se ha comido a la persona, la ansias de no querer sonar a lo que siempre ha sido sin llegar a conseguirlo se manifiestan en la similitud de temas dentro del propio trabajo como la más que convincente 'Dream On' y 'Soldier Boys and Jesus Freaks' o incluso '(Stranded On) The Wrong Beach' entre sí y, a su vez, con aquella b-side 'My Sister Lover' en que la voz cantante era la de su hermano. Esperábamos que aquel de 'The Death of You and Me' con 'The Importance of Being Idle' fuera solo un espejismo, incluso que la potente 'AKA...What a Life!' guardara cierto regusto a 'Falling Down' se podría justificar, pero más allá de eso parece un trabajo fraguado en su etapa anterior con el hándicap de que cuando se sacaba uno entre los hermanos, sus canciones sonaban como esa sombra en pleno desierto que te cobija durante el largo trayecto. Una compilación solo de ellas parece ser algo cargante y lo más preocupante, demasiado plana. Puede que en 'If I Had a Gun' se vea al verdadero Noel Gallagher, una bonita y simple composición emotiva donde brilla con luz propia y que lo habría hecho con mayores destellos en las circunstancias que se mencionan, con el siempre polémico hermano al lado.

Los pocos arreglos -y los que hay, demasiado matizados- a las dos canciones ya conocidas como demos de su anterior etapa hacen pensar que las prisas por obtener un disco resultista frente al proyecto del otro lado de la calle se han apoderado de él. '(I Wanna Live a Dream in my) Record Machine' se hizo grande ya cuando se dio a conocer, cosa que en parte empequeñece a una de las pocas sobresalientes escrituras que este trabajo atesora pese a introducir coros y un inexplicable fragmente de 'Stop the Clocks' en la oscuridad.

Más preocupado por formar una banda con Paul Weller y Johnny Marr que por reformar la que le hizo famoso parece confirmar lo que busca Noel con este trabajo. Ser una de las figuras emblemáticas de los 90 más allá de las islas no justifica que este debut se merezca encumbrar, pese a que despierte gran interés para todo quien siguiera con lupa aquella época. Y casi más doloroso suena aún que el mismo que escribiera canciones generacionales que aún perduran como 'Whatever', 'Stay Young', 'Don't Go Away', 'The Masterplan' o 'Cigarettes and Alcohol' manifieste lo que se sabía acerca de que su repertorio parece estar bastante acotado, aunque él se empeñe en decir que estas presentadas "son las mejores putas canciones que ha escrito en mucho tiempo". Sabe que no, pero le toca defender lo realizado y a pesar de eso, juega con la ventaja de que sus directos pueden gozar de un halo especial, cosa que a Liam, sin él, no termina de aparecerle. Pero separar a estos dos hermanos se temía que fuera lo que parece haber sido, una decisión tan dura de tomar como cual de los dos cables cortar para poder salvar la vida; solo que este artefacto parece que a ambos les ha explotado en las manos.

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