Una vez uno bajó al hotel en la madrugada del (ya) domingo, lo mejor que podía hacer para evitar un ahogo era comprar una barra de pan que ayudara a empujar esas propias palabras que, a veces, da gusto tragarse. El sábado se auguraba como un día prescindible, que por momentos lo fue, pero también tuvo el premio de poder ver los, posiblemente, dos mejores conciertos del festival.
Bilbao BBKLive 2011 |
Tempranito, con el sol calentando mientras las nubes a lo lejos amenazaban, el escenario pequeño se convirtió en gigante gracias a la llegada un mito del blues y rock americano. Y les confirmo: me encantan las barbas. Tanto la de Seasick Steve como la de ese pulpo a la batería llamado Dan Magnusson, la pareja que llenó de olor a whiskey, espíritu de tasca y arena recogida de las carreteras secundarias americanas un mágico inicio de tarde musical en Kobetamendi. No hace falta mucho más que ganas de gustar en su primera visita a nuestro país y el desglose de portentosas composiciones como 'I Don't Know Why She Loves Me, But She Do' o esa charla más típica de tu abuelo previa al 'Never Go West'. Con invitación incluida al escenario para una chica que escuchó a centímetros esa 'Walking Man' mientras pudo secarle la cara a petición del propio Steve, el norteamericano sentenció un excelente concierto con esa guitarra improvisada hecha con dos llantas y un palo de escoba -¿inspiración para Guadalupe Plata?-‘You Can’t Teach an Old Dog New Tricks’ y la que también recuerda al sonido de los ubetenses 'Back in the Dog House', dando lecciones de como se han de aprovechar las oportunidades sin necesidad de parafernalia audiovisual. Sencillamente, música en estado puro.
Seasick Steve (Fuente: eitb) |
Del paso de lo que es música a espectáculo solo quedaban unos cuantos metros. Bueno, reculemos, tienen de las dos cosas, pero si no llega a ser por Tim Harrington quizás los conciertos de Les Savy Fav no se escribirían en letras grandes. Y es realmente una pena porque la banda que llevan suena con tal calidad que cuando dejas de lado el, por momentos, dudoso "espectáculo" que el vocalista se encarga en montar, te das cuenta que su música está bastante infravalorada. Diciéndolo de otro modo, da igual que despachen dos de sus joyas como ‘What Wolves Would Do’ o ‘Lips n’ Stuff’, la gente va a ver a un payaso fetichista liándola parda donde hasta el minuto 20 es divertido, pero después a uno se le quitan las ganas de prestar atención. Risas claro que hubo, casi tantas como vestuario y excentricidades como una simulación de cópula a quien estaba tumbado en el césped -dudaba ya si estaba viendo a Lady Gaga-, pero el no parar de llamar la atención hasta 'Let's Get Out of Here' hace replantearse si se ha ido a ver un directo contundente o a un frustrado cómico de la escuela de Leo Bassi.
Les Savy Fav (Fuente: eitb) |
A partir de aquí el cartel iba cuesta abajo y se contaban las horas para despedir a una banda de Atlanta que era el centro de atracción de gran parte del público. Por suerte, en la Carpa Vodafone salió casi de la nada un grupo santanderino bajo el nombre de Estereotypo que disparó a dosis controladas la adrenalina que haría falta para aguantar hasta el final. Vestuario rojo que recordaba a Dorian -su música en parte, también- y muchas, pero muchas, ganas de hacer que allí no parara nadie de saltar y bailar tuviera la edad que tuviera. 'I Want More' cayó como bomba inesperada y, pese a que si tuvo algo negativo para quien escribe son esas coreografías que tan poco pintan, en media hora dieron una lección de quemasuelas donde destacó esa versión de los de Liverpool 'Love Me Do', donde llegaron a sentarnos para hacernos saltar cual resorte. Esa dosis vino como agua de Mayo mientras por donde antes había pasado Seasick Steve pasaba ahora una banda venida a menos gracias a las cadenas comerciales de radio por canciones como 'Carolina'. M-Clan despachaban a gusto sus éxitos ante un público que le hizo jugar en casa, pero que seguramente fueran a los únicos que gustaran pese a marcarse una versión de altura como 'Baba O'Riley' antes de despedirse con 'Pasos de Equilibrista'.
Podríamos decir lo mismo de ese grupo que desató a las féminas menores de edad. Una llamada a Iker Jiménez habría venido bien para intentar encontrar una respuesta a la presencia de 30 Seconds to Mars en el cartel y, seguramente, Kurt Cobain se remueva en su lecho al saber que el mismo que tiene "perlas" como 'This Is War' o 'Hurricane' -como se gustó Jared Leto sobre la plataforma frente al escenario...- ha llegado a caracterizarse como él cinematográficamente. Todos hemos tenido algún grupo para desatar nuestro fenómeno fan, pero esto, en un festival con nombres como habia, suena a broma pesada de la que nadie, ni ellos, aún nos ha conseguido dar razones de porqué meterlos allí. No habría estado mal que Jack Johnson ocupara su franja horaria o, incluso, una aún más temprana a media tarde, dado que pese a dar un recital más que correcto, para gran parte del público se nos hizo aburrido y pesado por la bajada de revoluciones que hubo pese a que sonaron melódicos y limpios en 'You and Your Heart' y especialmente 'Upside Down'.
The Black Crowes (Fuente: eitb) |
Pero bueno, si una explicación se podría encontrar a la hora que tocó el de Hawaii era porque quería estar, cuanto menos tiempo esperando mejor, para ver desde el foso a The Black Crowes junto al gran Seasick Steve. Los hermanos Robinson venían a despedirse de nuestro país en el concierto programada dentro de la gira "Say Goodbye to the Bad Guys", había expectación máxima, el espíritu rockero embriagaba y la banda respondió de tal manera que, hasta a los que no somos seguidores, nos dejó con la boca abierta y ganas de mucho más. No porque lo que dieron no estuviera a la altura, sino porque esos riff de guitarras, ese halo de psicodelia, ese paseo por la América profunda e incluso la entrada al salón del gospel en más de una hora de directo con 'Jealous Again' como avanzadilla y que sirvió para introducirnos en sensaciones desatadas con 'Hotel Illness', 'Hard to Handle' adaptada de Otis Redding o la histriónica 'Thorn in My Pride', se quedaron cortas. Se sabían vencedores, se despedían de los escenarios y dejaron para el final el bis con la exitosa 'Remedy' precedida de una mastodóntica 'No Speak No Slave' para dejarnos felices y contentos antes de emprender ese vuelo del que (parece) no volverán más.
The Chemical Brothers despedían una nueva edición del festival vasco, haciendo, seguramente, volar a más de uno; pero el haber recibido una lección de puro rock'n'roll era más que suficiente para bajar con una sonrisa de satisfacción desde la montaña con unas preciosas vistas de la ciudad y cerrar así la visita al Bilbao BBK Live. Esperamos para el próximo año se solucionen ciertos problemas como la ausencia de cajeros -y mira quien lo organiza- o que el público aprenda a no hablar a voces mientras los conciertos están en marcha, aunque aún así deseamos que la oferta musical siga manteniendo un alto nivel y nos tocará esperar ver hacia qué clase de público se orienta el año que viene.
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