domingo, junio 05, 2011

Bon Iver - Bon Iver (2011, 4AD)

Siempre existe la duda de porqué parar si el mundo te reclama. Suena así de egocéntrico, megalómano y ridículo, pero a veces da la sensación de que cuando tu nombre sale a la palestra lo que te rodea se llena de un halo especial. A Justin Vernon, ese hombre que hace unos años hizo que Emma fuera una de las 'personas' más envidiadas, le pasa algo parecido, aunque quizás ni él quiera darse cuenta. Tras el proyecto de Volcano Choir o la colaboración el pasado año con un artista tan distante en estilo Kanye West, el regreso con su banda titular parecía un rumor que tomaba forma y que por fin ha llegado, no más que para confirmar que el segundo largo de Bon Iver  era esperado y es uno de los trabajos a disfrutar este año

Bon Iver - 'Bon Iver'

El propio artista declaró hace unos meses que éstas eran las únicas canciones que había escrito durante estos tres años y la complejidad se hace patente en la escucha de unos títulos basados en lugares que han marcado al mismo en este período; tanto como el lugar de grabación, una clínica veterinaria modificada llegando a ser un sitio "creado" junto a su hermano que transmite esa libertad en la que sus canciones quieren moverse. Será ese arraigo folk que presenta mostrando nuevos sonidos más contemporáneos con visitas a ciudades de la mano de quien bien podría ser Sufjan Stevens ('Hinnom, TX'); será su envolvente juego de voces ('Michicant'), será el miedo que había a que ese falsete característico realizara un trabajo mediocre en un descalabro de disco; será, solo será, porque lo que es su nueva obra es un regalo para los sentidos con miradas de reojo hacia otros estilos.

Si decidiéramos nombrar una pieza, un hilo conductor que marca el núcleo del trabajo, nos quedaríamos con 'Holocene', una emocional composición que planea empujada por una exponencial sensibilidad salida de las caricias a la guitarra y que deja ver en ese vuelo como el disco vira hacia ritmos de otra índole como el uso de eclesiásticos sintetizadores en su -gran- adelanto 'Calgary', el paseo por la nebulosa de los 80 con el saxofonista Colin Stetson en 'Beth/Rest' -posible descosido en la totalidad del álbum-, o ese rompedor inicio donde 'Minnesota, WI' se erige como una de las composiciones que dice mucho con muy poco. Hay hueco para evocar en una sola pista ('Towers') a varias bandas como Wilco en las guitarras finales o Sam Roberts Band e incluso compañeros de sello como Samuel Beam o resquicios de Tunng; se deja sitio para retomar las sensaciones de su primer largo en 'Wash' o 'Perth'. Pero si para algo hay espacio es para dejar fluir el talento que Vernon derrocha a cada corte que escribe pese a que, esta vez, más que envidiarla echemos en falta cierta sencillez mágica que el regalo para Emma tenía, agravio que siempre existirá ante un debut tan grande y sobre todo, ante una continuación que busca quitar ramas con las manos de un compositor que sabe tomar las decisiones idóneas para ver la luz a nuevos caminos.


4 comentarios:

r. dijo...

"You can feel it even as you don't completely understand it - a testament to its careful construction and Vernon's belief in the power of music to convey deeper meaning."


Y el mismo día que entró en mi Ipod sacó un 9.5 (casi cuanto Kanye...) en "la biblia"!

notplayedontheradio dijo...

Es un gran disco y es más importante que guste como tal que por la nota de Pitchfork (de ahi http://notplayedontheradio.blogspot.com/2011/06/opinion-hasta-donde-hay-que-creer.html)

r. dijo...

en esto estamos de acuerdo, era sólo para hacerte notar que hasta a los que mandan les ha gustado! (leáse ¿ahora sí le gustará a todo el mundo? de ahí http://notplayedontheradio.blogspot.com/2011/06/opinion-hasta-donde-hay-que-creer.html)

notplayedontheradio dijo...

Posible, probable y casi seguro.

Aunque sería una verdadera lástima que gustara porque lo dicen ellos, la verdad. Opinión personal.