domingo, abril 03, 2011

Esa mente inquieta llamada...Broderick

No todo en este mundo es como el agua y el aceite. Hay cosas que parecen incompatibles y que sin embargo, siempre existe la excepción que confirma la regla. Proceder de un lugar determinado es cierto que, a la hora de dar a conocer tu obra te puede facilitar la tarea; llevar años en el circuito musical y ser un dinosaurio en el panorama a veces es sinónimo de calidad y productividad y razón de peso para que la atención prestada sea la merecida. Y aquí es donde podemos pecar y caer en el error con la excepción a la que nos acercamos hoy.

Peter & Heather Woods Broderick

Hace 24 años nacía un chaval cualquiera con lo que se podría decir, un apellido cualquiera que con el paso del tiempo demostró, junto a su hermana, que ese apellido es sinónimo de buen hacer musical. Él es Peter, su hermana, Heather Woods y el apellido, Broderick. Ambos tienen talento suficiente para llegar a conquistar a quien escucha su música como artista en solitario o incluso, para aportar esa dosis de encanto necesario en distintas bandas en las que han colaborado. Americanos de origen, escandinavos de pentagrama, estos hermanos poseen en su haber canciones para el recuerdo, la nostalgia y aportaciones por las que cualquiera debería dejarse caer en algún momento.

Peter Broderick

En 2007 se comenzaron a fraguar los pasos de Peter Broderick como solista, un inicio de 7" como la mayoría de los casos hasta que al año siguiente diera el paso a su primer largo. Su hermana esperó un año más, un disco encantador con canciones mágicas e inolvidables como 'The Colors', 'From the Ground' o 'Cottonwood Bay'. El pasado año vio la luz el hasta ahora último trabajo del hermano, que seguirá de gira tras haber pasado por nuestro país. Composiciones basadas en piano, chelo o mandolina, con una sencillez capaz de cautivar de manera inesperada.

Heather Woods Broderick

Pero como buenas mentes inquietas, los portadores del apellido Broderick se han inmiscuido en diversas bandas, aportando su granito de arena, su dote compositiva e interpretativa, ese papel secundario que a la mayoría pasa desapercibido pero que su ausencia se notaría. Bandas como los portlandeses Norfolk & Western, formación que Peter abandonó para unirse a Efterklang (Heather colabora en 'Magic Chairs', hasta ahora su último trabajo), o los también norteamericanos Loch Lomond, de bases folk, son nombres que figuran en su carrera. Pero además de esas, una de las bandas en las que colaboraron en sus inicios y de las cuales uno siente debilidad es Horse Feathers, de su ciudad natal y que con tres trabajos publicados cuentan con una propuesta de folk meloso y ambiental que lleva el sello, sus dos primeros trabajos, de esta pareja de hermanos nacidos para firmar grandes composiciones.

Excepción expuesta, regla confirmada. No hace falta tener años de experiencia para poder elaborar composiciones que nos recorran todo el cuerpo. Haber dejado el sello de un apellido en la escena musical es un paso para ser recordado en un futuro, pero lo que perduran son las canciones y de eso, esta pareja de hermanos tienen unas cuantas.

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