jueves, marzo 31, 2011

Opinión: Cuando las imágenes hablan

Un buen exterior atrae la atención de quien mira, de eso no cabe duda. Siempre queda la posibilidad de que eso de 'la belleza está en el interior' sea un error aunque Disney diga lo contrario. Hay quien considera incluso un arte el tema de las portadas de algunos discos y, la verdad, razón no le falta. Últimamente existen algunas preciosas, otras rebuscadas al máximo e incluso algunas que se asemejan a predecesoras de manera intencionada o no, ahí ya no llegamos. Otra cosa es que le correspondan al contenido que atesoran.

Una de las portadas más comentadas de los ultimos días es la de 'Angles', el último trabajo de Casablancas y The Strokes, porque decir que es algo en conjunto sería algo así como mentir. Pero no perderemos el tiempo en mentar lo horrible que es y quizás nos centraremos en otras más interesantes o curiosas que han llamado o llamaron en su día nuestra atención por diversos motivos. Aquí unos ejemplos:


We Are Enfant Terrible y Dream Diary son dos bandas separadas por un gran charco y un estilo musical. A pesar de eso, sus portadas guardan una línea argumental algo parecida: cara de niños con sus ojos ocupados. Tristeza y amor se confrontan en dos trabajos de escucha recomendada.

Podemos tildarlo de casualidad más que de imitación, pero la mente de uno viajó años atrás para recordar el tercer trabajo en solitario de Richard Ashcroft al ver la imagen de Ana Fernández-Villaverde (La Bien Querida) como adelanto de su nuevo trabajo. Estilos contrapuestos, por lo que puede que el azar -o simplemente, el punto de vista de uno- haya dado lugar a estas similitudes.

Que Oasis tenía como fuente de inspiración a bandas como The Beatles, The Velvet Underground o The Who es algo que ellos nunca han escondido. Ahora, Liam Gallagher comandando Beady Eye dejó patente en sus canciones esas influencias, sobre todo a John Lennon, pero las ganas de imitar/homenajear no se ciñen solo a las composiciones y para ello, bien vale una muestra como la que vemos arriba de The Rolling Stones.


Los norteamericanos Fleet Foxes se convirtieron hace unos años en una de las sensaciones con razones más que de sobra dentro del panorama musical. Este año regresan con un nuevo trabajo que marca unas pautas claras que ya establecieran con su debut: canciones de penetrante folk marcademente americano escondidas tras unas preciosas portadas que los hacen reconocibles, dignas incluso, de ser vistas colgadas en las paredes de alguna galería.

 Dos grandes trabajos del pasado británico poseen sendas portadas tan sencillas que una recuerda a la otra solo con mirarlas. El primero de ellos está siendo reinterpretado por Peter Hook en una gira que lo llevará al Festival do Norte en unas semanas, mientras que el segundo es de una de esas bandas que se desearía volver a ver pisar un escenario. Ejemplo de que, esta vez sí, la belleza está en el interior.


 Dos portadas cautivadoras, de exquisito gusto musical y que son de esas bandas que suelen pasar desapercibidas son las que atesoran 'The Devil and I' de Lone Wolf -presente en el pasado Tanned Tin- y los islandeses Rökkurró con 'Í Annan Heim'. Coincidencia o no, la simbiosis existente entre las mismas y las canciones de sendos trabajos se patenta a medida que los minutos avanzan llegando casi a representar musicalmente a la imagen que se muestra.

A más de uno habrá pasado que, cuando la portada de un disco es llamativa, el interés por la escucha del trabajo aumenta. Otra cosa es que correspondan continente y contenido para bien o para mal, pero por mucho que digamos, un buen exterior siempre facilita las ganas de querer indagar que es lo que dentro se alberga. Y no solo en estos casos. Pronto volveremos a fijarnos en algunas de esas imágenes que los discos nos regalan y hacen que no solo nuestros oídos sean el sentido a quien va dirigida la obra.

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