Permitirse mantener la atención de la crítica durante más de una década es una tarea que pocos músicos pueden conseguir salvo que su repercusión comercial, pese a poder ser inversamente proporcional a la calidad del desarrollo de su obra en la mayoría de los casos, supere cualquier expectativa y los haga esenciales en la escena musical. Muchas veces este reconocimiento llega tarde, a veces ni llega, pero cuando lo hace, si se dan razones para seguir en la picota, bienvenido sea. Y algo parecido fue lo que le ocurrió a DanBejar, quien se esconde tras este nombre.
Destroyer - Kaputt
Hasta el año 2000, cuando'Thief' (Catsup Plate/Cave Canem/Triple Crown) no vio la luz, pocos halagos eran los que se destinaban a Destroyer, banda con la que Dan Bejar ha desarrollado su carrera. A partir de ahí, colaboraciones con sus paisanos The New Pornographers o el supergrupo Swan Lake se complementaban con la salida de sus nuevos trabajos hasta este último, precedido por dos EP's. Y sin duda alguna, la madurez sonora se aprecia con creces, aunque bien podría confirmarse el viaje entre los años ocupados en las décadas de los 60 y 80 con escenarios sonoros introspectivos y relajantes llenos de luz y colores templados. 'Suicide Demo for Kara Walker', tema de más de 8 minutos en el disco en que bases electrónicas y sonidos de viento se entremezclan con el dúo vocal y una temática crítica hacia la sociedad americana podría ser buen ejemplo de lo que decimos; posiblemente, el temas más penetrante de la obra pese a la duración.
Dan Bejar aka Destroyer
Pese a su contenido lírico e idealista, las bases musicales no olvidan desde un Miles Davis hasta goteos hacia los mismos New Order o Pet Shop Boys ('Savage Night at the Opera', 'Poor in Love'), no siendo un disco electrónico para nada pero conteniendo bases que impregnan un trabajo actual con pinceladas de hace 20 años. 'Chinatown' abre la veda con una oportunidad de transportarse a épocas pasadas, mar de fondo y paz transmitida, sensación que perdura en toda la compilación al menos musicalmente, ya que las letras no son de contenido intranscendente alguno, causando un equilibrio entre calma, pausa, rabia y amor que se transmite de manera sencilla a lo largo de estos 50 minutos de disco, los cuales finalizan con 'Bay of Pigs (detail)' donde esas bandas de fondo sintético se asoman durante los 11 minutos que ocupan.
Un trabajo que puede pasar desapercibido para muchos oídos dado que estamos a inicio de año, que quedan muchas cosas por venir y que Destroyer no ha contado con el beneplácito de la masa musical, cosa que le sienta la mar de bien a medida que sale del estudio. El trabajo de Dan Bejar y Nic Bragg debería prolongarse más allá de este último que ya ha visto la luz. Un disco para relajarse, sentir y sin duda alguna, dejarse llevar por un mar de sensaciones.
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