My Morning Jacket - Circuital (2011, ATO)

Jim James es un tipo peculiar. Su voz lo es, su estilo lo es, su banda se empapa de ello. Capaz de enamorar al padre de una famosa serie de dibujos como a cualquiera que se siente en el sofá de su casa y ponga uno de sus trabajos por el mero hecho de pasar un rato agradable embebido en reverberación y calidez musical; eso que desbordaba 'Z' (2005) y que se quedaba corto 'Evil Urges' (2008). El título de este último trabajo podría tener alguna interpretación escondida y por momentos, aunque solo latigazos, la tiene.

My Morning Jacket - Circuital

La presentación vino precedida por el regalo de temas grabados en directo a través de su página web, un escalón que sin duda habrá que subir alguna vez en la vida ya que hacen distar mucho a la interpretación de sus discos. El adelanto de estudio era el tema que daba nombre al disco, ese que perpetraba la sensación de un regreso a sus orígenes, a un baño en aquel trabajo de hace seis años donde caer enamorado era fácil; aún así, dando muestras de que la voz de James se ve cohibida entre cuatro paredes en un, como bien reza, regreso a su infancia que solamente se tercia temporal en este circuito musical.

Una envolvente, casi tétrica y épica 'Victory Dance' dan el primer paso que hace pensar que nos encontraremos ante un disco conceptual, oscuro y sumido en la envolvente atmósfera que cursan las cuerdas rasgadas de My Morning Jacket y que se desvanecerían si nos dejáramos llevar por ese punto intermedio en tierra de nadie de una pegadiza 'Holding on the Black Metal' donde se entremezcla un cóctel tan transgresor como el funky, gospel y hasta el espejismo de que Kelly Jones sea quien se encuentra tras ese falsete o que 'First Light' sea una composición más acorde con lo que Simon Flower y Steve Cradock han hecho durante su carrera o, incluso el parecido a primeras de cambio entre 'Outta My System' y 'Sloop John B'. 

Pero si desbancamos los prejuicios y a pesar de la ausencia de aullidos marca de la casa de James, con su voz sumida en una calma que a veces asemejan más a lamentos y melancolía -'Wonderful (The Way I Feel')-, este trabajo entrega cortes tan penetrantes como 'Slow Show Tune' donde las guitarras devuelven la temperatura al trabajo, 'The Day is Coming' que si nos hace viajar a sus primeros discos o un cierre con 'Movin' Away' que llega a causar estragos en la escucha que suena a despedida más que a final de disco. Podría ser de un ciclo siguiendo con las teorías que se apoyan en el regreso al pasado escondidas tras el título de un trabajo que a pesar de mejorar el último resultado cosechado por la banda, dista mucho de estar entre sus grandes obras aunque algo menos (sólo algo) de lo que puede ser un regreso a la senda del triunfo.