jueves, marzo 24, 2011

Elbow - Build a Rocket Boys! (2011, Polydor)

Cuando el encuentro con una banda se produce de manera casual y sorpresiva, la noticia de que se publique un nuevo trabajo reclama la atención de uno de manera más poderosa que de costumbre. En aquella tienda musical de un perro junto a una gramola a orillas del río Shannon sonaba por primera vez esa profunda y penetrante voz pronunciando las letras de 'Red' de lo que por entonces era un grupo completamente nuevo. Su nombre era Elbow, su debut, una delicia llamada 'Asleep in the Back' (2001, V2 Records) y el hecho, el comienzo de una bonita amistad.

Elbow - Build a Rocket Boys!
Puede que a mucha gente cogiera por sorpresa el éxito que 'The Seldom Seen Kid' adquirió hace un par de años, pero para muchos lo que era sorprendente es que eso no hubiera llegado años antes. Podría ser porque las islas se encargaban de promocionar las guitarras repetitivas de esos chicos jóvenes que coleccionaban fans a puñados en la búsqueda de un trono a nivel mundial semi-vacío desde el britpop y donde las composiciones melódicas de los mancunianos no parecían tener cabida ante la exposición de Coldplay; pero por suerte supieron seguir, en un segundo plano, labrando su obra fieles a un estilo. Este año han vuelto, con el temor de muchos de que pudiera ser un disco para llenar estadios, pero nada de eso, 'Build a Rocket Boys!' es un trabajo para ser escuchado de manera introspectiva.

Guy Garvey sigue prestando su voz al servicio de nuestros oídos, de una manera cálida, profunda, tensamente calmada e hipnótica, como siempre lo ha hecho. 'Lippy Kids' se presentó hace unos meses como muestra de lo que podría llegar, con una grabación en directo en el estudio y la mención del título del álbum en las letras. Quien esperase una nueva 'One Day Like This' se habría dado de bruces, pero quien supiera apreciar la elegante calma que desprendía, estaría celebrándolo por lo que el trabajo podría esconder. Y en líneas generales, es un trabajo más atemperado, calmado con respecto a su predecesor, con rompedores acordes de cuerdas y explosivos cambios de ritmo como en 'The Birds', un tema de ocho minutos que tiene su segunda parte casi acabado el trabajo y que sirve para dar el pitido inicial.

Elbow

El aura que desprende este trabajo parece vislumbrar la perfecta armonía en que se ha grabado. Buena muestra de ello es ese potenciador de alegría llamado 'With Love' (When your dentures prevent your smile/This adventures will fill your eyes with love), cuadrando a la perfección con la saturación del bajo que comanda 'Neat Little Rows' que conecta a la banda en ese rock mancuniano que abordara más intensamente en su anterior trabajo y que sirve de antesala para una parte central que sólo volverá a acariciar la épica con la esperanzadora 'Open Arms' (We got open arms for broken hearts/Like yours my boy, come home again). El núcleo de este trabajo fusiona la voz de Garvey con una ambientación creada por el piano que se acaricia en cortes como esa preciosa 'The Night Will Always Win', 'The River' o ese medio tiempo hipnótico cual relato llamado 'Jesus is a Rochdale Girl', una oda a quien piense que este disco entierra a esa banda que maravilló hace un bienio: todo está por hacer aún.

Este nuevo trabajo devuelve a Elbow a sus inicios, quien conociera o esperara una continuación de 'The Seldom Seen Kid' puede que no se sienta cautivado por éste, bien por falta de más rock clásico de Manchester (con 'n', no con 'd'), por una parte central tan calmada o lejanía de canciones tan directas como 'One Day Like This' o 'Grounds to Divorce'; pero por suerte quienes reclamamos el lugar que merecían hace años, nos encontramos con una obra de Elbow en estado puro, tenue, penumbroso, elegante y sin saturación. Les sigue sentando bien no inmiscuirse en esa obsesión de muchos por aparcar la música para intentar cambiar el mundo.

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